Hay futuro femenino
- Nicolás La Rocca
- 25 jun 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2019
Argentina volvió a un Mundial en la rama femenina luego de doce años de ausencia tras China 2007, en el cual se despidió en primera ronda con una paliza humillante ante Alemania por 11-0 y un 6-1 ante Inglaterra. Esta última presentación suponía que Argentina podría tener la misma performance en Francia 2019, pero lejos estuvo de eso y aunque no avanzó a octavos de final, las dirigidas por Carlos Borrello hicieron historia.
Por @nicolarocca___

19 de junio de 2019, 21 hs. Parque de Los Príncipes, París. Argentina salía a la cancha en fila para enfrentar a Escocia ante 28.205 espectadores, y en ese partido se podía definir un boleto de los cuatro terceros que avanzaban a octavos de final. Lideradas por la capitana Estefanía Banini en el tradicional Saludo FIFA, el momento en que sonó el himno nacional fue un momento impresionante para la cabeza de cada jugadora, sino pregúntenle a Agustina Barroso que no aguantó el llanto. Algo pasaba.
El primer punto en la historia de los Mundiales no bastaba para conformarse, estas chicas querían más y sabían que podían. El primer partido es historia repetida, fue empate sin goles ante la selección de Japón, que venía de ser subcampeona del mundo, y las argentinas lo festejaron como una victoria. Luego llegó Inglaterra y en los papeles se asomaba una contundente goleada, pero no fue así y redujeron el poderío físico de las inglesas y a pesar de la derrota por 1-0 que complicaba la clasificación, Argentina supo estar a la altura de una potencia.

En fin, era hora de verse las caras con Escocia, y el empate dejaba bien parada a Argentina con chances de clasificarse a la siguiente ronda, pero desde el minuto cero salieron a ganar. La selección estuvo a un centímetro de ponerse en ventaja tras un centro de Florencia Bonsegundo y el testazo de Mariana Larroquette que estrelló contra el travesaño, y en la siguiente jugada cayó el primero de las británicas: Kim Little llenaba la red argentina de gol y ponía el 1-0 y más tarde en el segundo tiempo, Jennifer Beattie y Erin Cuthbert ampliaban la ventaja a un 3-0 y el abismo estaba a la vuelta de la esquina. Las más experimentadas del ataque albiceleste ya habían salido (Sole Jaimes salió por la joven de 17 años Dalila Ippolito y Milagros Menéndez ingresó por la capitana Banini).


Cinco minutos más tarde, tras una muy linda asistencia de Ippolito, Menéndez descontó y puso el partido 3-1 a falta de 16 minutos. Nadie se imaginaba en ese momento que se asomaba una remontada. Cinco minutos más tarde, con un derechazo de afuera del área de Flor Bonsegundo, Argentina se pone sorprendentemente 3-2 y la presión acechaba a las escocesas que mantenían la victoria. Tal es así que tras una pelota que quedó flotando de un centro de Eliana Stábile, Mili Menéndez la vio sola a Aldana Cometti para rematar frente a la arquera Lee Alexander, llegó Sophie Howard que la barrió, pero la referí no vio la falta y continuó el juego. Sin embargo, la jueza Hyang-Ok Ri fue llamada por el VAR para que vuelva a ver esa jugada y terminó cobrando penal para Argentina.
La locura se desató entre las argentinas. Bonsegundo frente a Alexander. La 11 tenía en sus pies el grito ahogado de gol de todo un país que ansía ver crecer al fútbol femenino. Alexander atajó, pero pareciera que hay algo sobrenatural que es argentino, y en el VAR cobraron que la arquera se había adelantado en la ejecución y el penal debería ser pateado otra vez, y en esa segunda oportunidad, Florencia Bonsegundo puso la histórica igualdad 3-3 ante Escocia y se llenó la boca con un grito de gol que vibró en todos los potreros argentinos. Argentina consiguió un empate agónico ante Escocia y debería esperar resultados para ver si se daba una ubicación histórica entre las mejores 16 selecciones del mundo.

Los resultados no se dieron, pero lo que es seguro es que estos tres partidos mundialistas no fueron vacaciones para el plantel, sino que fue una gran oportunidad para demostrarle a los medios y a todos los argentinos que las mujeres también nos pueden emocionar pateando una pelota, como también lo hace Lionel Messi en la rama masculina. Argentina se va esperanzado con tener un gran futuro en el fútbol femenino tras esta flamante tercera ubicación en el grupo por detrás de Japón e Inglaterra, además de la reciente profesionalización del fútbol femenino por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en marzo, la cual promueve que a partir de la temporada 2019/2020, las jugadoras de los 16 clubes de Primera División reciban un sueldo por practicar dicho deporte.
La lucha feminista no está solamente en las calles y en la deconstrucción cultural de la sociedad. Está en todos lados, y uno de ellos es el fútbol, tradicionalmente jugado profesionalmente por hombres, y quizás hace diez años sonaba utópico imaginar que uno podría emocionarse con un partido de fútbol femenino. Estas chicas lo lograron, y fueron el puntapié inicial para lo que viene.
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